La Mágica Presencia

El individuo que determina y decide lograr su perfección debe y tiene que entrenar su actividad exterior, debe entrenar su mente y aprender a no escuchar nada que no sea la voz de su propia Magna Presencia Yo Soy. Los seres encarnados tienen que aceptar únicamente su sabiduría y obedecer solamente su dirección. Deben escuchar, ver, sentir y ser la Luz de la Infinita Presencia Yo Soy.

Así dice uno de los párrafos de este maravilloso libro, cuyo autor Godfré Ray King editó en 1935 y que nuestra amada Conny Méndez tradujo al español para conocimiento profundo de todos los hispanoparlantes.

Godfré Ray King, también considerado Maestro Ascendido, trabaja bajo la égida del Rayo Azul de Dios y es un reconocido discípulo del Amado Maestro Saint Germain. Su nombre de Maestro Ascendido sería “El Rayo Rey del que esta Libre en Dios” (God-fre Ray King), cuya labor a la vida la realiza a través de su cualidad primordial que es la obediencia al plan divino. También es un extraordinario sanador, y durante los últimos cinco años de su encarnación como Guy Ballard, se le atribuyen más de 20.000 milagrosas curaciones. Es por esto que como Maestro Ascendido es conocido en los planos internos como el Gran Médico.

De tal manera que reconoce, acepta e invoca con inflexible determinación a la «Mágica Presencia Yo Soy», ámala y agradece por su maravillosa vida vertida cada segundo y serás el completo expandedor de perfección.

Traducción y adaptación: Conny Méndez.

Título original en inglés: The Magic Presence por Godfré Ray King.

Serie de libros de Godfré Ray King traducidos por Conny Méndez:

• Misterios Develados
• La Mágica Presencia

Esta serie de libros está dedicada con el más profundo amor y eterna gratitud a nuestros amados Maestros Ascendidos, Saint Germain, Jesús, Nada, El Gran Divino Director, nuestro Amado Mensajero Ascendido, Guy W. Ballard, la Gran Hermandad Blanca, la Hermandad del Royal Tetón, la Hermandad del monte Shasta, los Grandes Maestros Ascendidos de Venus, los Grandes Seres Cósmicos, la Gran Hueste Angélica, la Gran Luz Cósmica; y todos aquellos otros Maestros Ascendidos, cuya ayuda amorosa ha sido directa y sin límites.